Esta nueva experiencia te llenará de alegría y orgullo aunque en algunas ocasiones sentirás que te desbordas delante de los nuevos retos que supone la llegada del bebé. Cómo interpretar su llanto? Cómo alimentarlo? Cómo cogerlo? Cómo bañarlo? Qué hacer si se pone enfermo?…
Este sentimiento es natural y común en muchas madres y muchos padres. Se trata de un cambio de vida y de comportamiento. Con el paso de los días te irás sintiendo más seguro y capaz de comprender y cuidar de tu criatura, hasta que te adaptarás plenamente a la nueva situación. De hecho, el desarrollo de los niños depende en gran medida del clima adecuado de relación que la familia le puede aportar, y hace falta tener claro que desde el primer día tu eres quien mejor conoce a esta personita maravillosa. Por lo tanto, confía en tus posibilidades porque seguro lo harás muy bien!
Seguramente uno de los cambios más importantes en la vida de las personas adultas es la incorporación de un bebé a la familia. Este hecho supone una adaptación a la nueva situación que comporta tomar un seguido de decisiones en relación con la alimentación, la educación, los valores y las formas de crianza. Al mismo tiempo, se generan nuevos compromisos para garantizar el bienestar de la criatura y, por tanto, hace falta decidir sobre como conciliar el trabajo con la vida familiar o como determinar las responsabilidades y las funciones que cada miembro de la familia asumirá.
Tener cuidado de una criatura implica tener en cuenta algunos aspectos importantes:
* Hace falta asumir con responsabilidad el nacimiento del recién nacido. Esto quiere decir tener ropa adecuada, preparar pañales, informarse sobre su alimentación… pero también, pensar, imaginar como será la nueva vida con una criatura y dialogar sobre el tema. Te puede servir el hecho de recordar tu propia experiencia como hija o hijo para repetir todo aquello que tus padres hicieron y que crees que ha estado positivo para tu vida.
* El avance progresivo hacia las relaciones paritarias entre hombre y mujer, y la incorporación de la mujer al mundo laboral remunerado y fuera del hogar, han modificado notablemente los papeles tradicionales de la mujer y del hombre por lo que se refiere al cuidado de las criaturas. La crianza de los niños debe ser una tarea compartida y basada en una relación de colaboración y de complementariedad entre los dos progenitores, de manera que todos sean importantes y participen de las diferentes actividades con su hijo o hija. Por esto es muy importante el hecho de conciliar y repartir las tareas familiares con las propias de trabajo de cada uno.
* Si has decidido tirar adelante la crianza de la criatura sin pareja, es cierto que la tarea puede ser más pesada por el hecho de no poder compartirla con otra persona y, por este motivo, es importante el apoyo de tu red familiar y de amistades. Criar a los hijos en solitario puede ser igual de satisfactorio que hacerlo en pareja. Te comportará cambios importantes a tu vida que en ningún caso han de suponer una rotura laboral y social, sino una adaptación a la nueva situación.
* La llegada de una nueva persona a casa comporta reajustar la vida familiar. Los ritmos, el tiempo y el estilo de vida se modifican sustancialmente, pero un buen clima familiar, base del progreso de las criaturas, requiere también que dispongáis de momentos de intimidad y de espacios propios para tí o para tus relaciones personales y sociales.